jueves, 13 de junio de 2013

Capítulo 2 (segunda parte)

¡Buenas mis querid@s lectores/as! :)
¿Qué tal os va?
Al fin os traigo la primera parte del capítulo dos. No es nada del otro mundo, pero bueno, es algo esencial en la historia que, aunque parezcan cosas insignificantes y tontas, más adelante le darán un sentido a la historia.
Ahí va el capítulo:

CAPÍTULO 2, PRIMERA PARTE
Cerré el libro y lo añadí a la torre de los ya leídos. ¿Cuántos llevaba ya? ¿Diez? ¿Once? Llevaba desde la hora del almuerzo encerrada en la biblioteca, leyendo libro tras libro con el objetivo de encontrar alguno que tuviera una descripción que se adaptara a la de la pluma.
Sí, había pasado una semana, y aún seguía obsesionada con aquella pluma de peculiar color que había encontrado en el bosque. ¿Cómo era posible que no la hubiera encontrado en ningún libro de aves? Recordaba perfectamente haberme leído la sección de aves en cada uno de los libros, ninguna de las definiciones se adaptaba a la de mi pluma.
'' ¿No se te había ocurrido que quizás aquella pluma no fuera de un ave?'' está idea vino a mi mente y pegué un brinco, sorprendida.
¿Cómo no lo había pensado antes? Aunque...Es algo imposible, si esa pluma no pertenece a un ave, ¿de dónde ha salido? ¿Porqué presenta ese resplandor tan extraño?
Masajeé mis sienes. Me dolía la cabeza, llevaba tres horas en la biblioteca y ni si quiera había comido. Me rugía el estómago.
De repente oí un ruído proveniente de la puerta de la biblioteca, alcé la mirada, para ver quien entraba y, ahí estaba él, con esa hermosa mirada de ojos azules, perdida en las estanterías llenas de libros, llevaba en la mano un pergamino y una pluma.
''Seguro que va a dibujar''pensé sonriendo tontamente.
Él se sentó en una mesa, en la esquina de la biblioteca. Se apartó el pelo de la cara y, entonces me miró. Sus ojos azules clavados en los míos. Pero entonces, su mirada se detuvo en la pluma que tenía encima de la mesa, aquella sobre la que estaba investigando. Sus ojos se abrieron en forma de sorpresa. Eso me hizo pensar que él sabía que era esa pluma. Algo que estaba claro, es que no era una normal y corriente, solo con ver la cara que había puesto al verla me hizo entender que tenía algo especial, algo que yo desconocía.
La curiosidad se apoderó de mi ser. Incluso pensé, en preguntarle directamente a Erick, aunque, descarté esa idea de inmediato, tenía la corazonada de que él no me respondería. Este, después de pegarle una larga mirada a la pluma, continuó con lo suyo.
Solté un largo suspiro y cerré el libro. Mi cabeza explotaría si no paraba de leer. Dejé la torre de libros que había cogido en su sitio y salí de la biblioteca, apretando con fuerza la pluma en mis manos.
Sentí unos pasos a mis espaldas.
-Lena.- una voz masculina me llamaba.
Me giré con la esperanza de que fuera Erick, pero resultó ser Chrisitian. No pude evitar sentirme algo decepcionada.
-Hola.- le saludé tímidamente.
Él me sonrió mostrando aquellos hermosos dientes y se colocó a mi lado.
-Llevo buscándote toda la mañana.- comentó mientras metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.- ¿Te apetece dar un paseo?
Realmente no tenía ganas de hacer nada. Estaba hambrienta y me dolía la cabeza. Pero aún así, asentí con la cabeza, dando mi aprobación.
Me guió hasta fuera de la academia y empezamos a bordear el lago.
-Nunca había estado en esta parte de la academia.- comenté mientras miraba como una pequeña ardilla escalaba un árbol.
-Es de mis favoritas.- dijo, mientras se sentaba en la orilla del lago.
Me senté a su lado, algo incómoda, ya que no sabía que hacer ni a donde mirar.
Sentí su mirada de ojos color miel clavados en los míos.
-Lena...-me giré, para mirarle.- ¿Alguna vez te han dicho que tienes los ojos muy bonitos?
Me froté las manos algo nerviosa.
-Son raros... Verdes con manchas amarillas.- bajé la mirada al suelo.
Él se acercó a mi un poco más. Empezaba a sentirme muy incómoda.
'' Que no haga lo que pienso que va ha hacer, por favor.'' pensé mientras miraba una piedra en el suelo.
Inexplicablemente, esa piedra se levantó del suelo y fue hacia la cara de Christian, quien estaba a escasos centímetros de mi.
-¡Dios mío!- exclamé mientras me acercaba a ayudarle.- ¿Estás bien?
Este se sujetó la nariz, cual estaba sangrando.
-¿De dónde ha salido esa piedra?- me preguntó mientras se ponía en pie.
-Probablemente habrá caído del árbol.- mentí.
Él asintió con la cabeza.
-Deberíamos ir a la enfermería, a que te miren esa nariz.- dije, deseando salir de ahí.
Él al principio protestó, enfadado de no poder continuar nuestro paseo, pero finalmente lo convencí para que fuera.

- Y entonces la piedra que estaba en el suelo se levantó y se lanzó contra tu hermano.- le terminé de explicar a Naomi.- ¿Es eso normal?
-No mucho, la verdad...- dijo ella, pensativa. Alzó la cabeza para mirarme.- Lena... ¿Estás segura de lo que viste?
Alcé una ceja.- Claro que estoy segura. ¿Insinuas que tengo alucinaciones o algo?
Ambas estábamos en la sala de estar de la academia, sentadas en unas butacas de terciopelo rojo. La sala estaba repleta de grupos de estudiantes, que parloteaban sin parar sobre lo que habían hecho en el día o de empalagosas parejas, que se sentaban en los sillones apartados y se susurraban cosas al oído mientras se besaban apasionadamente. La gran chimenea estaba encendida, lo que hacía que la sala adquiriera una temperatura cálida, algo que se agradecía, ya que el invierno allí era muy frío.
Naomi soltó una carcajada.- A ver... No digo que estés loca...Pero, reconoce que es muy raro que una piedra se eleve del suelo sin más...-
-Ya, lo sé...- resoplé- Si fuera algo normal no te lo habría contado.
Naomi se agachó y cogió su taza de té, la cual tenía apoyada en una pequeña mesa, que estaba frente a nosotras. Pegó un pequeño sorbo y me miró, fijando sus grandes ojos marrones en los míos.
De repente pegó un brinco, como si se acabara de acordar de algo.
Se dió una palmada en la frente, mientras posaba su taza de té, de nuevo, sobre la mesa.
-¡Se me olvidó decírtelo! En la clase de historia, a la cual tu faltaste.- las últimas palabras las dijo con dureza, mientras me fulminaba con la mirada.
-Estaba investigando sobre la pluma.- me excusé.
Esta se aclaró la garganta y prosiguió.- Bueno, lo que decía, que en clase de historia, la profesora anunció que mañana haríamos una salida todos los estudiantes. Visitaremos el pueblecito este que está aquí al lado...¿Cómo se llamaba?- frunció el ceño, mientras hacía un esfuerzo para recordar el nombre.- Bueno, ¡da igual! El caso es que vamos a salir.
-Ah... Que bien.- dije, carente de emoción.
Naomi me dio una palmada en el brazo.- ¡Cómo se nota que nunca has estado de excursión allí! El camarero de la caberna... ¡Menudo bombón! Tendrías que verlo, tiene unos bíceps enormes y...- empezó a decir ella, pero yo prácticamente no la escuchaba, Erick acababa de entrar en la sala y tenía toda mi atención puesta en él.
Se sentó en una butaca alejada de los demás estudiantes y sacó un libro de su bolsa. Comenzó a leer haciendo que un mechón de su cabello se posara en sus ojos, este enseguida lo apartó, de esa manera que tanto me gustaba. Se veía hermoso a la luz de la ténue chimenea.
-Aunque veo que no me estás escuchando. Estás demasiado ocupada observando a Erick, ¿verdad?- dijo Naomi, cruzándose de brazos.
Me giré, algo distraída.
-¿Qué? Yo... Sí que te estaba escuchando.-
Naomi sonrío con picardía.- ¿A sí? ¿Cómo se llama el camarero del que te estaba hablando?
-Pues... No sé... Algo con r, ¿verdad? Richard... Ronald... ¡Roberto!-
dije, diciendo lo primero que se me pasaba por la cabeza.
Naomi soltó un suspiro.- Se llama Edward.-
-Bueno...Es...Parecido al que yo decía...-balbuceé.
-Pues no sé que parecido ves tú entre Roberto y Edward.- soltó una pequeña carcajada- No hace falta que disimules. Me he dado cuenta de que miras a Erick más de la cuenta.
-¡Yo no hago eso!- protesté, cruzándome de brazos.
-Oh vamos...Lena...Ambas sabemos que sí que lo haces.-
Y lo peor de todo, es que yo sabía que ella tenía razón.
Un sentimiento de culpabilidad rondaba por mi cabeza desde hacía unos días, una parte de mi sentía que lo estaba defraudando, a él. A mi Jack... ¿Tan rápido estaba sustituyéndole por otra persona?
Daría lo que fuera porque él volviera, por sentir de nuevo, sus ojos verdes, su aliento en mi cuello y, poder ver esa hermosa sonrisa que tan loca me volvía. Él no merecía morir. Y menos, de esa manera, con una flecha atravesándole el corazón, una flecha, a la cual yo estaba destinada.
Y aún así, después de lo que él había hecho por mi, mis pensamientos estaban en otra persona, un chico de ojos azules al que apenas conocía, ¿de verdad estaba olvidándome tan rápido de Jack?
Recordar todo esto de golpe, me hizo derramar una pequeña lágrima.
Naomi me miró, asustada.- Lena... ¿Estás bien?- se puso a mi lado y me dio un pequeño abrazo- ¿Dije algo qué te molestara?
Negué con la cabeza. Le di las gracias por el abrazo y me sequé las lágrimas con la falda del vestido. Seguidamente me levanté de la butaca y me dispuse a salir de la sala. Y entonces lo sentí, su mirada, él me estaba mirando, Erick.
Corrí por los pasillos, buscando mi habitación. Las lágrimas caían por mis mejillas como pequeños riachuelos de agua sin fin. A mi mente llegaban recuerdos oscuros, sobre aquella noche. La noche en que asesinaron a Jack. A pesar del tiempo que había pasado, aun sentía en el pecho aquella sensación de terror y agustia. Sus últimas palabras retumbaban en cada uno de los rincones de mi cabeza: ''siempre estaré contigo''.
Sonreí con nostalgia, ''ojalá eso fuera cierto'', pensé, mientras buscaba en mis bolsillos, la llave de mi habitación.
Me paré frente a la puerta y empecé ha hacer girar la llave, cuando ya la había abierto, sentí una sombra a mis espaldas. Me giré, aún con los ojos llorosos, y, fue grande mi sorpresa, al ver al mismísimo Erick detrás mía.
Él me miró, serio, clavando sus ojos azules en los míos.
-¿Estás bien?- me preguntó, en tono preocupado.
Yo tardé unos instantes en responder, aun no me hacía a la idea de que estuviera hablando con él. Balbuceé unas palabras incomprensibles hasta que, decidí responder con un asentimiento de cabeza.
Él no pareció conforme ante mi respuesta y se cruzó de brazos, tensando los músculos de sus brazos.
-Entonces, ¿por qué lloras?- esto último lo dijo en un tono tan dulce, que me cogió por sorpresa.
Desvié la mirada al suelo, mientras notaba como mis mejillas se sonrojaban levemente.
-No es nada...-murmuré.
Otra pequeña lágrima resbaló por mis mejillas, me apresuré a secármela con la tela de mi falda. Él se acercó a mi y posó la llema de sus dedos sobre mi mejilla, secándo mis lágrimas. Pero, en seguida, se apartó bruscamente, y sin siquiera despedirse, se fue, dejándome sola en medio del pasillo, frente a la puerta de mi habitación.

Entré y me dejé caer en mi cama. Toqué con mi mano la parte en la que él me había acariciado. Justo en la mejilla derecha. Aún podía sentir aquel hormigueante cosquilleo, sus dedos rozando mi piel. Me estremecí solo de pensarlo. Me pasé unos instantes pensando en todo lo ocurrido, hasta que, finalmente caí dormida.

Sé que este capítulo es algo corto comparado con el anterior, pero es lo máximo que he podido hacer, últimamente no tengo mucho tiempo para escribir por lo que aprovecho cada hueco para adelantar algo de la novela.
En fin, ¿qué os ha parecido?
Y ahora, para despedirme, os dejo una canción de MattyBRaps y Arthur Maslow. 



7 comentarios :

  1. Me encanta tu historia es muy bonita. tengo un blog donde dejo noticias sobre los juegos del hambre, de cazadores etc me sigue, te dejo la dirección:
    http://losjuegosdelhambreandpercyjackson.blogspot.com.es/

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  2. Hola!! Sorry por no haber comentado ni haberme suscrito antes, es que la verdad estoy dejando blogger un poco de lado por los deberes y por otras cosas... Eeeeen fin todavia no leo el capitulo pero ya me lo leo...
    Oh y voy a leer tu blog no te preocupes, y aunque es raro que ya no hables de los chicos voy a leerlo...
    Bye!!

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  3. Hola:))
    Ohh que tierno es Eri<3<3<3<3 me encanta jajaja. Joooo :'( pobre Lena me da mucha pena que llore...PERO ERIK ESTÁ AHI PARA CONSOLARLA jajajaja :)
    Me ha encantado el capítulo, guapa:))
    Besitos^^

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  4. Tienes un Lindo blog te gustaria seguirnos mutuamente besos perlitalizardo.blogspot.com

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  5. El capitulo esta perfecto. Por cierto, me encanta el ritmo que esta tomando la novela. ES GENIAL. No sé. Me suena a.... que él es todo un Patch (Hush Hush) No sé si le acerte... pero además de creer que Erick esta relacionado con esa pluma, creo que él es el DUEÑO de esa pluma. Hehe. Locuras mías, yo que sé.
    Interesante, la verdad.
    BEsos

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  6. Wolo ö En serio que estoy deborando la historia, le estas dando un aire a Hodwards que me esta enganchando ;)
    Me ha echo gracia la parte de Edward xD a mi más de una vez me ha pasado lo mismo jaja
    Voy a leer el siguientee
    Bye, bye!

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