¿Qué tal os va?
Al fin os traigo la primera parte del capítulo dos. No es nada del otro mundo, pero bueno, es algo esencial en la historia que, aunque parezcan cosas insignificantes y tontas, más adelante le darán un sentido a la historia.
Ahí va el capítulo:
CAPÍTULO 2, PRIMERA PARTE
Cerré
el libro y lo añadí a la torre de los ya leídos. ¿Cuántos
llevaba ya? ¿Diez? ¿Once? Llevaba desde la hora del almuerzo
encerrada en la biblioteca, leyendo libro tras libro con el objetivo
de encontrar alguno que tuviera una descripción que se adaptara a la
de la pluma.
Sí,
había pasado una semana, y aún seguía obsesionada con aquella
pluma de peculiar color que había encontrado en el bosque. ¿Cómo
era posible que no la hubiera encontrado en ningún libro de aves?
Recordaba perfectamente haberme leído la sección de aves en cada
uno de los libros, ninguna de las definiciones se adaptaba a la de mi
pluma.
''
¿No se te había ocurrido que quizás aquella pluma no fuera de un
ave?'' está idea vino a mi mente y pegué un brinco, sorprendida.
¿Cómo
no lo había pensado antes? Aunque...Es algo imposible, si esa pluma
no pertenece a un ave, ¿de dónde ha salido? ¿Porqué presenta ese
resplandor tan extraño?
Masajeé
mis sienes. Me dolía la cabeza, llevaba tres horas en la biblioteca
y ni si quiera había comido. Me rugía el estómago.
De
repente oí un ruído proveniente de la puerta de la biblioteca, alcé
la mirada, para ver quien entraba y, ahí estaba él, con esa hermosa
mirada de ojos azules, perdida en las estanterías llenas de libros,
llevaba en la mano un pergamino y una pluma.
''Seguro
que va a dibujar''pensé sonriendo tontamente.
Él
se sentó en una mesa, en la esquina de la biblioteca. Se apartó el
pelo de la cara y, entonces me miró. Sus ojos azules clavados en los
míos. Pero entonces, su mirada se detuvo en la pluma que tenía
encima de la mesa, aquella sobre la que estaba investigando. Sus ojos
se abrieron en forma de sorpresa. Eso me hizo pensar que él sabía
que era esa pluma. Algo que estaba claro, es que no era una normal y
corriente, solo con ver la cara que había puesto al verla me hizo
entender que tenía algo especial, algo que yo desconocía.
La
curiosidad se apoderó de mi ser. Incluso pensé, en preguntarle
directamente a Erick, aunque, descarté esa idea de inmediato, tenía
la corazonada de que él no me respondería. Este, después de
pegarle una larga mirada a la pluma, continuó con lo suyo.
Solté
un largo suspiro y cerré el libro. Mi cabeza explotaría si no
paraba de leer. Dejé la torre de libros que había cogido en su
sitio y salí de la biblioteca, apretando con fuerza la pluma en mis
manos.
Sentí
unos pasos a mis espaldas.
-Lena.-
una voz masculina me llamaba.
Me
giré con la esperanza de que fuera Erick, pero resultó ser
Chrisitian. No pude evitar sentirme algo decepcionada.
-Hola.-
le saludé tímidamente.
Él
me sonrió mostrando aquellos hermosos dientes y se colocó a mi
lado.
-Llevo
buscándote toda la mañana.- comentó mientras metía las manos en
los bolsillos de sus pantalones.- ¿Te apetece dar un paseo?
Realmente
no tenía ganas de hacer nada. Estaba hambrienta y me dolía la
cabeza. Pero aún así, asentí con la cabeza, dando mi aprobación.
Me
guió hasta fuera de la academia y empezamos a bordear el lago.
-Nunca
había estado en esta parte de la academia.- comenté mientras miraba
como una pequeña ardilla escalaba un árbol.
-Es
de mis favoritas.- dijo, mientras se sentaba en la orilla del lago.
Me
senté a su lado, algo incómoda, ya que no sabía que hacer ni a
donde mirar.
Sentí
su mirada de ojos color miel clavados en los míos.
-Lena...-me
giré, para mirarle.- ¿Alguna vez te han dicho que tienes los ojos
muy bonitos?
Me
froté las manos algo nerviosa.
-Son
raros... Verdes con manchas amarillas.- bajé la mirada al suelo.
Él
se acercó a mi un poco más. Empezaba a sentirme muy incómoda.
''
Que no haga lo que pienso que va ha hacer, por favor.'' pensé
mientras miraba una piedra en el suelo.
Inexplicablemente,
esa piedra se levantó del suelo y fue hacia la cara de Christian,
quien estaba a escasos centímetros de mi.
-¡Dios
mío!- exclamé mientras me acercaba a ayudarle.- ¿Estás bien?
Este
se sujetó la nariz, cual estaba sangrando.
-¿De
dónde ha salido esa piedra?- me preguntó mientras se ponía en pie.
-Probablemente
habrá caído del árbol.- mentí.
Él
asintió con la cabeza.
-Deberíamos
ir a la enfermería, a que te miren esa nariz.- dije, deseando salir
de ahí.
Él
al principio protestó, enfadado de no poder continuar nuestro paseo,
pero finalmente lo convencí para que fuera.
-
Y entonces la piedra que estaba en el suelo se levantó y se lanzó
contra tu hermano.- le terminé de explicar a Naomi.- ¿Es eso
normal?
-No
mucho, la verdad...- dijo ella, pensativa. Alzó la cabeza para
mirarme.- Lena... ¿Estás segura de lo que viste?
Alcé
una ceja.- Claro que estoy segura. ¿Insinuas que tengo alucinaciones
o algo?
Ambas
estábamos en la sala de estar de la academia, sentadas en unas
butacas de terciopelo rojo. La sala estaba repleta de grupos de
estudiantes, que parloteaban sin parar sobre lo que habían hecho en
el día o de empalagosas parejas, que se sentaban en los sillones
apartados y se susurraban cosas al oído mientras se besaban
apasionadamente. La gran chimenea estaba encendida, lo que hacía que
la sala adquiriera una temperatura cálida, algo que se agradecía,
ya que el invierno allí era muy frío.
Naomi
soltó una carcajada.- A ver... No digo que estés loca...Pero,
reconoce que es muy raro que una piedra se eleve del suelo sin
más...-
-Ya,
lo sé...- resoplé- Si fuera algo normal no te lo habría contado.
Naomi
se agachó y cogió su taza de té, la cual tenía apoyada en una
pequeña mesa, que estaba frente a nosotras. Pegó un pequeño sorbo
y me miró, fijando sus grandes ojos marrones en los míos.
De
repente pegó un brinco, como si se acabara de acordar de algo.
Se
dió una palmada en la frente, mientras posaba su taza de té, de
nuevo, sobre la mesa.
-¡Se
me olvidó decírtelo! En la clase de historia, a la cual tu
faltaste.- las últimas palabras las dijo con dureza, mientras me
fulminaba con la mirada.
-Estaba
investigando sobre la pluma.- me excusé.
Esta
se aclaró la garganta y prosiguió.- Bueno, lo que decía, que en
clase de historia, la profesora anunció que mañana haríamos una
salida todos los estudiantes. Visitaremos el pueblecito este que está
aquí al lado...¿Cómo se llamaba?- frunció el ceño, mientras
hacía un esfuerzo para recordar el nombre.- Bueno, ¡da igual! El
caso es que vamos a salir.
-Ah...
Que bien.- dije, carente de emoción.
Naomi
me dio una palmada en el brazo.- ¡Cómo se nota que nunca has estado
de excursión allí! El camarero de la caberna... ¡Menudo bombón!
Tendrías que verlo, tiene unos bíceps enormes y...- empezó a decir
ella, pero yo prácticamente no la escuchaba, Erick acababa de entrar
en la sala y tenía toda mi atención puesta en él.
Se
sentó en una butaca alejada de los demás estudiantes y sacó un
libro de su bolsa. Comenzó a leer haciendo que un mechón de su
cabello se posara en sus ojos, este enseguida lo apartó, de esa
manera que tanto me gustaba. Se veía hermoso a la luz de la ténue
chimenea.
-Aunque
veo que no me estás escuchando. Estás demasiado ocupada observando
a Erick, ¿verdad?- dijo Naomi, cruzándose de brazos.
Me
giré, algo distraída.
-¿Qué?
Yo... Sí que te estaba escuchando.-
Naomi
sonrío con picardía.- ¿A sí? ¿Cómo se llama el camarero del que
te estaba hablando?
-Pues...
No sé... Algo con r, ¿verdad? Richard... Ronald... ¡Roberto!-
dije,
diciendo lo primero que se me pasaba por la cabeza.
Naomi
soltó un suspiro.- Se llama Edward.-
-Bueno...Es...Parecido
al que yo decía...-balbuceé.
-Pues
no sé que parecido ves tú entre Roberto y Edward.- soltó una
pequeña carcajada- No hace falta que disimules. Me he dado cuenta de
que miras a Erick más de la cuenta.
-¡Yo
no hago eso!- protesté, cruzándome de brazos.
-Oh
vamos...Lena...Ambas sabemos que sí que lo haces.-
Y
lo peor de todo, es que yo sabía que ella tenía razón.
Un
sentimiento de culpabilidad rondaba por mi cabeza desde hacía unos
días, una parte de mi sentía que lo estaba defraudando, a él. A mi
Jack... ¿Tan rápido estaba sustituyéndole por otra persona?
Daría
lo que fuera porque él volviera, por sentir de nuevo, sus ojos
verdes, su aliento en mi cuello y, poder ver esa hermosa sonrisa que
tan loca me volvía. Él no merecía morir. Y menos, de esa manera,
con una flecha atravesándole el corazón, una flecha, a la cual yo
estaba destinada.
Y
aún así, después de lo que él había hecho por mi, mis
pensamientos estaban en otra persona, un chico de ojos azules al que
apenas conocía, ¿de verdad estaba olvidándome tan rápido de Jack?
Recordar
todo esto de golpe, me hizo derramar una pequeña lágrima.
Naomi
me miró, asustada.- Lena... ¿Estás bien?- se puso a mi lado y me
dio un pequeño abrazo- ¿Dije algo qué te molestara?
Negué
con la cabeza. Le di las gracias por el abrazo y me sequé las
lágrimas con la falda del vestido. Seguidamente me levanté de la
butaca y me dispuse a salir de la sala. Y entonces lo sentí, su
mirada, él me estaba mirando, Erick.
Corrí
por los pasillos, buscando mi habitación. Las lágrimas caían por
mis mejillas como pequeños riachuelos de agua sin fin. A mi mente
llegaban recuerdos oscuros, sobre aquella noche. La noche en que
asesinaron a Jack. A pesar del tiempo que había pasado, aun sentía
en el pecho aquella sensación de terror y agustia. Sus últimas
palabras retumbaban en cada uno de los rincones de mi cabeza:
''siempre estaré contigo''.
Sonreí
con nostalgia, ''ojalá eso fuera cierto'', pensé, mientras buscaba
en mis bolsillos, la llave de mi habitación.
Me
paré frente a la puerta y empecé ha hacer girar la llave, cuando ya
la había abierto, sentí una sombra a mis espaldas. Me giré, aún
con los ojos llorosos, y, fue grande mi sorpresa, al ver al mismísimo
Erick detrás mía.
Él
me miró, serio, clavando sus ojos azules en los míos.
-¿Estás
bien?- me preguntó, en tono preocupado.
Yo
tardé unos instantes en responder, aun no me hacía a la idea de que
estuviera hablando con él. Balbuceé unas palabras incomprensibles
hasta que, decidí responder con un asentimiento de cabeza.
Él
no pareció conforme ante mi respuesta y se cruzó de brazos,
tensando los músculos de sus brazos.
-Entonces,
¿por qué lloras?- esto último lo dijo en un tono tan dulce, que me
cogió por sorpresa.
Desvié
la mirada al suelo, mientras notaba como mis mejillas se sonrojaban
levemente.
-No
es nada...-murmuré.
Otra
pequeña lágrima resbaló por mis mejillas, me apresuré a secármela
con la tela de mi falda. Él se acercó a mi y posó la llema de sus
dedos sobre mi mejilla, secándo mis lágrimas. Pero, en seguida, se
apartó bruscamente, y sin siquiera despedirse, se fue, dejándome
sola en medio del pasillo, frente a la puerta de mi habitación.
Entré
y me dejé caer en mi cama. Toqué con mi mano la parte en la que él
me había acariciado. Justo en la mejilla derecha. Aún podía sentir
aquel hormigueante cosquilleo, sus dedos rozando mi piel. Me
estremecí solo de pensarlo. Me pasé unos instantes pensando en todo
lo ocurrido, hasta que, finalmente caí dormida.
Sé que este capítulo es algo corto comparado con el anterior, pero es lo máximo que he podido hacer, últimamente no tengo mucho tiempo para escribir por lo que aprovecho cada hueco para adelantar algo de la novela.
En fin, ¿qué os ha parecido?
Y ahora, para despedirme, os dejo una canción de MattyBRaps y Arthur Maslow.
Me encanta tu historia es muy bonita. tengo un blog donde dejo noticias sobre los juegos del hambre, de cazadores etc me sigue, te dejo la dirección:
ResponderEliminarhttp://losjuegosdelhambreandpercyjackson.blogspot.com.es/
Hola!! Sorry por no haber comentado ni haberme suscrito antes, es que la verdad estoy dejando blogger un poco de lado por los deberes y por otras cosas... Eeeeen fin todavia no leo el capitulo pero ya me lo leo...
ResponderEliminarOh y voy a leer tu blog no te preocupes, y aunque es raro que ya no hables de los chicos voy a leerlo...
Bye!!
Hola:))
ResponderEliminarOhh que tierno es Eri<3<3<3<3 me encanta jajaja. Joooo :'( pobre Lena me da mucha pena que llore...PERO ERIK ESTÁ AHI PARA CONSOLARLA jajajaja :)
Me ha encantado el capítulo, guapa:))
Besitos^^
AAAWWWW ME ENCANTA SIIGUELA !!
ResponderEliminarTienes un Lindo blog te gustaria seguirnos mutuamente besos perlitalizardo.blogspot.com
ResponderEliminarEl capitulo esta perfecto. Por cierto, me encanta el ritmo que esta tomando la novela. ES GENIAL. No sé. Me suena a.... que él es todo un Patch (Hush Hush) No sé si le acerte... pero además de creer que Erick esta relacionado con esa pluma, creo que él es el DUEÑO de esa pluma. Hehe. Locuras mías, yo que sé.
ResponderEliminarInteresante, la verdad.
BEsos
Wolo ö En serio que estoy deborando la historia, le estas dando un aire a Hodwards que me esta enganchando ;)
ResponderEliminarMe ha echo gracia la parte de Edward xD a mi más de una vez me ha pasado lo mismo jaja
Voy a leer el siguientee
Bye, bye!