CAPÍTULO 4, SEGUNDA PARTE
Sentía
voces hablando en susurros cerca de mí. Y pasos, que se acercaban
hacia el lugar en el que me encontraba. Todo lo que veía era oscuro,
seguía encontrándome débil para abrir los ojos. Entonces sentí un
suave tacto en mi frente, y un olor familiar se coló por mi nariz.
Olfateé durante unos segundos, ¿de qué me sonaba tanto?
Sonreí.
Fuera lo que fuera, me encantaba aquel olor.
Entonces,
empecé a abrir los ojos lentamente. Al principio, los fuertes rayos
de sol que entraban por la ventana me resultaron molestos, pero tras
unos segundos, conseguí acostumbrarme.
Me
senté en la cama y pasé una mano por mi frente, la cual estaba
llena de sudor.
Giré
la cabeza y entonces lo vi, un ramo de claveles de un hermoso color
rosa, situados encima de una mesa junto a mi cama.
Una
amplia sonrisa se formó en mi rostro, no tenía ni idea de quien las
había dejado ahí, pero sin duda, había acertado, los claveles eran
mi flor favorita.
Y
entonces, después de darle un rápido vistazo a la sala caí en la
cuenta de que no me encontraba en mi habitación, si no en la
enfermería de la academia.
¿Cómo
había llegado hasta allí? ¿Qué había pasado? Numerosas preguntas
vinieron a mi mente.
Entonces
una enfermera entró en la habitación.
-¿Qué
tal te encuentras?- me preguntó, formando una forzada sonrisa en su
rostro.
-Mmm...
Bien... Estoy bien...-murmuré.
La
enfermera me dirigió una última mirada y salió de la sala.
De
repente, pude captar unas voces que venían de fuera.
-Entonces...
¿Se ha despertado?- decía una voz chillona que conocía a la
perfección.
Sonreí,
esa tenía que ser Naomi.
-Sí,
pero por ahora es mejor que no reciba visitas.- dijo una segunda voz,
la de la enfermera que había entrado antes.
-Por
favor...- suplicó Naomi- Solo vamos nosotras dos, no le molestaremos
se lo prometo.
Oí
el exasperante suspiro de la enfermera mientras el manillar de la
puerta empezaba a girarse.
Finalmente
la puerta se abrió, dejando al descubierto el rostro de Naomi y una
chica que me sonaba mucho, pero no conseguía recordar de que la
conocía.
-No
armen escándalo.- avisó la enfermera- Hay más gente en la sala.
Cerró
la puerta.
Naomi
y la chica vinieron corriendo hacia el lugar en el que me encontraba.
Naomi
fue la primera en hablar.
-¿Qué
tal te encuentras?- entonces se fijó en los claveles que había
encima de la mesa.- Uuu... ¿Tienes un admirador secreto y no me has
dicho nada?- dijo, guiñándome un ojo con picardía.
Solté
una pequeña carcajada.
-Sinceramente,
no tengo ni idea de quien los ha dejado ahí.- cogí el ramo de la
mesa y lo olfateé, una vez más.- Me encanta el olor que tienen.
Entonces
aquella chica que acompañaba a Naomi me miró y sonrió tímidamente.
-Muchas
gracias por lo que hiciste. Fuiste muy valiente plantándole cara a
Lauren por mí.-
Y
entonces lo recordé todo. La discusión que había tenido con Lauren
por tirarle el plato de sopa encima a aquella chica. Y... Lo muy
furiosa que me puse cuando manchó mi vestido con su zumo.
De
lo demás no recordaba nada, sentía que estaba olvidando algo
importante, pero no sabía que era.
-No
hay de que.- dije, devolviéndole la sonrisa a aquella chica.
-Por
cierto, soy Emily.- dijo, mientras me daba dos besos en la mejilla
como saludo.
-Yo
Lena.- entonces me dirigí hacia Naomi, algo desconcertada.- ¿Qué
pasó cuándo Lauren manchó mi vestido de zumo? ¿Cómo he llegado
hasta aquí?- le pregunté.
Ella
se quedó en silencio durante unos segundos. Me contempló y pude
detectar una sombra oscura en su mirada.
-Realmente...
Nadie lo sabe. - al ver la duda en mi cara decidió continuar con su
explicación.- Cuando Lauren te tiró el zumo... Lena.. Estabas
rara... Había algo en ti... Raro... Entonces miraste a Lauren a los
ojos y te desmayaste. A ella empezó a pasarle algo de lo que nadie
tiene explicación, soltó un chillido y se tiró al suelo, mientras
gritaba del dolor.- bajó la mirada con tristeza.- Ella... Estaba
sufriendo... Nadie sabía que hacer, entonces vinieron unos
profesores y os llevaron a las dos a enfermería.
Nos
quedamos unos instantes en silencio. Estaba confusa, muy confusa.
Millones de preguntas sin respuesta merodeaban por cada uno de los
rincones de mi mente.
Entonces
Emily habló, rompiendo aquel incómodo silencio.
-Cuando
salgas de la enfermería... Bueno... Que no te extrañe si
oyes...Rumores.- bajó la mirada tímidamente.
La
miré, algo desconcertada.
-
¿Rumores? ¿Qué rumores?-
Naomi
se sentó en el borde de mi cama y me miró seriamente.
-Hay
quienes piensan que... Bueno... Que eres bruja.-
-¡Pero
no les hagas caso!- añadió Emily rápidamente- Son unos idiotas...
Recapacité
durante unos instantes. ¿ De verdad pensaban que yo era bruja?
De
repente, todas esas cosas raras que últimamente estaban pasando a mi
alrededor me vinieron a la cabeza, haciendo que floreciera un
sentimiento de duda en mi mente.
''
¿Y si tienen razón? ¿Y si soy una bruja?'' pensé, aterrada.
Quizás,
eso explicaría aquella sensación extraña que empezaba a nacer en
mi pecho... Rápidamente, sacudí la cabeza, desechando todos esos
pensamientos que venían a mi mente, yo no podía ser bruja, las
brujas no existen. Repetí estas palabras en mi mente, intentando autoconvencerme a mi misma, pero aún así, la sombra de la duda
seguía fija en mi corazón.
Naomi
me miró, confusa.
-Pero...
Tú no eres bruja... ¿Verdad?- preguntó tímidamente.
-¡Claro
que no!- contesté mientras me cruzaba de brazos.
Naomi
soltó un pequeño suspiro de alivio.
-Perdona,
pero necesitaba asegurarme.
La
semana transcurrió con normalidad, bueno, depende de lo que se
entienda por ''normalidad''.
La
mayoría de los estudiantes que estuvieron presentes en mi discusión
con Lauren me odiaban o pensaban que era bruja.
Algunas
personas llegaban a creerse la historia hasta tal punto que me pedían
que le echara encantamientos a alguien. Como el caso de Victor
(estudiante de tercero) que me pidió que hechizara a Helena para que
saliera con él, aún recuerdo su cara de decepción cuando le dije
que no era bruja.
Por
si fuera poco, aquella sensación del pecho no se iba, y cada vez que
me enfadaba, subía hacia mis ojos con intención de salir, seguía
sin saber que era, pero siempre que la había dejado salir habían
ocurrido cosas malas, por lo que, aprendí que, relajándome, podía
controlarla.
Lo
peor de todo era Naomi. Últimamente desaparecía muy a menudo, de
forma que, había clases a las que no asistía y siempre que la veía,
no me dirigía la palabra. Por lo que está última semana la pasé
con Emily, quien al principio resultó ser algo tímida, pero con el
tiempo resultó ser una muy buena persona, por lo que le cogí
confianza enseguida.
Salí
de clase de construcción de objetos, sosteniendo mis pergaminos y mi
pluma en la mano. Entonces, la vi, Naomi andaba por los corredores a
paso rápido. Corrí hasta situarme a su lado.
Esta
al girarse se sobresaltó al verme.
-¡Por
dios Lena! ¡No vuelvas ha hacer eso!- me riñó mientras me guiñaba
un ojo- Menudo susto me has dado.
Le
dediqué una pequeña sonrisa.
-¿Dónde
has estado?- le pregunté dirigiéndole una mirada de reproche-
Últimamente estás faltando mucho a clase...
-A
bueno yo... - dijo, mirando a su alrededor.
Entonces
me cogió del brazo y me arrastró lejos de allí.
-¿A
dónde vamos? - le pregunté, algo confusa.
-A
mi habitación, allí los profesores no nos oirán...- susurró
mientras cerraba la puerta tras de sí.
Me
senté en su cama y la miré algo preocupada.
-Naomi...
¿Qué has hecho?-
Ella
soltó una pequeña carcajada.
-¡No
me mires así mujer! Que no he robado nada.- dijo, guiñándome un
ojo.
Suspiré
aliviada. Y esperé unos instantes a que Naomi hablara.
-Verás...
¿Te acuerdas de Edward?- asentí con la cabeza- Pues... Estoy
saliendo con él. Quedamos una vez y a partir de ahí, nos estamos
viendo más a menudo...
-Pero...
¿Cómo os veis? Es decir... Nos tienen prohibido salir de la
academia. Por no hablar de que, la mayoría del tiempo tenemos
clase.- razoné, cruzándome de brazos.
Entonces
Naomi me miró y lo comprendí todo.
-No...
¡No! Estás saliendo de la academia a escondidas, ¿verdad?-
Naomi
bajó la cabeza, algo avergonzada.
-Lena...
Estoy enamorada de él.-
Se
sentó en una silla, frente a mí.
-Pero...
¿Por qué no me lo dijiste?- le pregunté.
Ella
me miró una vez más, pero no contestó.
-Naomi...
¡Esto es una locura! Si él de verdad te quisiese no dejaría que
perdieras clases o que tuvieras el riesgo de que te pillasen
merodeando por las afueras de la academia... ¡Podrían expulsarte!-
dije, alarmada.
-¿Ves?
Por esto precisamente no te lo quería decir... Sabía que me
echarías la bronca...- dijo, mientras se levantaba de la silla,
dispuesta a salir.
La
agarré del brazo, impidiéndole que avanzara.
-Naomi,
escúchame... Si a él le importaras realmente, vendría él hasta
aquí a verte, en vez de tú tener que arriesgarte tanto para llegar
hasta allí.- dije, suavemente.
Naomi
soltó mi agarre, furiosa.
-¡No
lo entiendes! ¡Tú no entiendes nada! Él... Él... Tiene trabajo-
-¿Enserio?
¿Esa taberna mugrienta sin apenas clientes es trabajo?- no pude
evitar que mi tono de voz sonara ligeramente sarcástico- Naomi...
¡Tú tienes que ir a clase! Dudo que pase algo porque deje su
taberna sola unos instantes.
-¡No
debería haberte contado nada!- dijo, mientras una pequeña lágrima
resbalaba por sus mejillas- Yo... Pensé que me entenderías, al
igual que yo siempre he entendido lo tuyo con Erick. A pesar de que
él me gustaba no hice nada, porque sabía que nunca se fijaría en
mí. Él estaba demasiado ocupado mirándote a ti.
La
miré, algo extrañada.
-Naomi...
Entre Erick y yo... No hay nada.- le expliqué.- A parte yo... No
sabía que te gustaba...
-Me
gustaba... Pero ya no... Estoy enamorada de Edward.- dijo, firmemente.
-Naomi,
¿estás segura? Hay veces, en las que confundimos el amor. - dije,
mirándola a los ojos.- ¿Y él? ¿Está enamorado de ti?
Ella
giró la cabeza bruscamente y se apartó de mí.
-No
tengo que daros explicaciones ni a ti ni a nadie.-
Entonces
dio media vuelta y corrió por los corredores. Pensé en seguirla,
pero algo en mí me dijo que no valía la pena, dijera lo que le
dijera ella no iba a cambiar de opinión y me dolía, ya que tenía
la intuición de que aquel chico estaba jugando con ella y acabaría
rompiéndole el corazón.
¡Buenas mis queridas lectoras!
¿Qué tal?
Antes de nada... Lo sé, este capítulo huele a trol mezclado con caca de... Gnomo y...Rebozado con sesos de... ¡Voldemort!
Vamos, que apesta (ahora no me pongáis por comentarios que es mentira porque NO, no lo es).
Pero es que... Tengo que aburriros durante un poco más hasta que llegue lo bueno (Sorry).
Me despido con la última cover de uno de mis novios, James Maslow
Bye! :)
Primera en comentar ole!! haha siguela rapido ols!! me encanta! no tengo tiempo para escribir comentarios largos sorryy . bueno xauu
ResponderEliminarHola María:))
ResponderEliminarMmmm...este Edward me está dando mala espina...jeje pero solo es una intuición mia jajaja
Y tengo intriga sobre lo que puede pasar o no entre Lena y Erik<3 jajajaja Y que le puede ocurrir a Lena? PREGUNTAS, PREGUNTAS EVERYWHERE!! jajajaja
Bueno se que el comentario es muy corto pero tengo que avanzar con mi novela:) ¡Sigue así, María!
Un super besazo guapa!
Uh, eso es horrible, pelear con una amiga por ese tipo de cosas, me ha pasado, es que, las chicas son tan estúpidas, hehe. sin ofender, claro, yo soy una XD
ResponderEliminarBesos. Me encanto el cap.