miércoles, 21 de agosto de 2013

Capítulo 6, primera parte

CAPÍTULO 6, PRIMERA PARTE
Entonces, una luz blanca cegadora se adueñó del lugar. Noté la mano con la que Erick me sujetaba el brazo extrañamente caliente. La luz cada vez se hacía más fuerte, por lo que cerré los ojos con fuerza, mientras me soltaba del agarre de Erick.

Solté una palabrota por lo bajo. Y entonces, cuando empezaba a pensar que me ardían los ojos, aquella luz cesó.

Abrí los ojos lentamente, acostumbrándome de nuevo a la oscuridad de la noche. Solté un suspiro de alivio y miré a mi alrededor, buscando la causa de aquella luz.

Lo que vi me dejó petrificada.

Erick se alzaba suspendido en el aire, dos enormes alas blancas salían de su espalda. Todo él brillaba con fuerza. Sus ojos, eran del azul más puro. Él me dedicó una tímida sonrisa cuando vio que le estaba contemplando. Me era imposible dejar de mirarlo, era lo más hermoso que había visto en toda mi vida. Sus alas blanquecinas atraían la atención de mis ojos como si se tratara de imanes.

Entonces Edward soltó una carcajada. Haciendo que volviera a la realidad y desviara mi mirada de Erick.

- Querida, tendrías que haber visto tu cara mientras lo mirabas. Se te caía la baba.-

Pasé mi mano por mi boca, asegurándome de que no hubiera baba en ella.

Él volvió a soltar una carcajada aún más fuerte que la anterior.- Solo estaba bromeando.- se secó las lágrimas que se habían posado en sus mejillas a causa de la risa y me contempló, soltando un suspiro.- ¿Sabes? Eres igualita a tu madre. Su viva imagen.

Fruncí el ceño extrañada. Era la primera vez que alguien me decía que me parecía a mi madre. Normalmente la gente no solía encontrarme parecidos con mis padres.

- ¿ Conoces a mi madre?- pregunté con aparente curiosidad.

- ¿Qué si la conozco? - soltó una pequeña risita- ¡Todo el mundo la conoce!

Entonces, antes de que pudiera replicar, Erick apareció a espaldas de Edward y, con un ágil movimiento, sacó una daga de empuñadora dorada y arremetió contra él.

Este, se apartó rápidamente, de manera que la daga apenas llegó a rozarle.

- Buen intento angelito. - dijo en tono burlón mientras un destello negro aparecía en sus ojos azules- La verdad, empezaba a echar de menos los clásicos, ángel contra demonio.

Entonces dejó que Naomi cayera al suelo. Y, con un grito de furia, arremetió contra Erick.

Yo corrí hasta donde había caído el cuerpo inconsciente de Naomi. Le tomé el pulso, parecía correcto. Ella, por lo general parecía estar bien, no tenía ninguna herida, exceptuando un pequeño arañazo en su mejilla derecha.

Suspiré, aliviada y la abracé.

- Eres estúpida.- le regañé, a pesar de que sabía que ella no podía escucharme.- En cuanto despiertes te vas a enterar.

Entonces pensé en lo ocurrido. ¿Qué iba a contarle a Naomi cuando despertara? ¿Qué el chico del que estaba enamorada es un demonio que me quiere para no sé que? ¿Qué Erick es un ángel y me acompañó a rescatarla? No... Desde luego tendría que inventarme algo mejor, algo que por lo menos resultara creíble.

Un grito proveniente de la pelea que estaba teniendo lugar en el cielo hizo que mis preocupaciones se esfumaran. Alcé la mirada. Tanto Erick como Edward estaban recubiertos de sangre. Ambos se miraban, el intenso odio que desprendían los ojos de ambos hizo que mi cuerpo se estremeciera levemente.

Entonces Edward se avalanzó sobre Erick blandiendo una daga en su mano derecha. Su golpé iba directo al corazón. Por suerte Erick se movió con rapidez, de manera que la daga se hundió en su costilla izquierda. Solté un chillido y rogué a Erick que dejara la pelea. Pero este no parecía escucharme, se abrazaba la costilla con una mueca de dolor en su rostro.

- Eso te ha dolido, ¿verdad angelito?- dijo el demonio, en tono burlón, mientras soltaba una enorme carcajada.

Pude ver el odio intenso con el que Erick miraba a Edward, parecía querer fulminarlo con la mirada.

El demonio aprovechando el estado débil de Erick arremetió de nuevo contra él, consiguiendo alcanzar su pierna derecha. Erick se mordió el labio inferior con tanta fuerza que gotas de sangre empezaron a descender por él.

Solté un chillido.

''Lo va a matar... Como no haga algo lo va a matar...'' pensé mientras contemplaba a Erick.

Entonces, algo extraño pasó. Edward dio un pasó hacia Erick con su daga en mano con intención de atacar cuando chocó con algo invisible que le impedía pasar.

El demonio abrió los ojos como platos, sorprendido, intentó volver a cruzar, pero aquella barrera invisible se lo impedía.

Erick, aprovechando la sorpresa del demonio, arremetió contra él con una rapidez inhumana y clavó la daga en su corazón.

Ahogué un grito, mientras contemplaba como Erick, con el rostro repleto de sangre, sostenía el cuerpo inerte del demonio, apretando su daga en el corazón de este.

Tras unos segundos dejó el cuerpo del demonio caer y guardó su daga en su cinturón. Entonces empezó a descender y, una vez sus pies tocaron el suelo, guardó sus hermosas alas en su espalda hasta que estas desaparecieron por completo, como si nunca hubieran estado allí. Contemplé todo esto con atención, mientras mi cabeza daba vueltas y vueltas a todo lo ocurrido.

Erick alzó la cabeza y me miró, clavando sus hermosos ojos azules en mí, seguidamente se dirigió hacia el inconsciente cuerpo de Naomi que yacía junto a mí y cargó con él en sus brazos. Los músculos de su brazo se tensaron levemente ante el peso de Naomi, pero él la alzaba con facileza, como si apenas pesara.

- Deberíamos irnos.- dijo, mientras se internaba, de nuevo, en el bosque.

Asentí con la cabeza en silencio y corrí, hasta situarme junto a él.

Continuamos en silencio el camino hacia la academia. De vez en cuando no podía evitar mirar de reojo a Erick, tenía tantas preguntas que hacerle, no sabía por donde empezar.

- Lena...- dijo Erick, haciendo que alzara la mirada hacia él- Perdóname. Hoy te he puesto en peligro. Detecté actividad demoniaca a la entrada de la taberna y en vez de dar media vuelta, entré. No pensé que hubiese un demonio dentro, me esperaba encontrar un par de rastreadores quizás...

Me detuve, haciendo que Erick se detuviera también.

- No tienes porque disculparte. Probablemente si me hubieras hecho dar marcha atrás no te habría hecho caso.- dije, soltando un pequeño suspiro.- Todo esto es tan...Raro... Erick, ¿qué son los rastreadores?

Este me dedicó una enigmática sonrisa, mientras metía las manos en sus bolsillos.

-Empezaba a extrañarme que no me preguntaras nada.- dijo él.- Se podría decir que los rastreadores son las mascotas de los demonios. ¿ Te acuerdas de aquellas criaturas rojas que te atacaron?

Asentí con la cabeza, desde luego, no me olvidaría de unas criaturas como aquellas.

- Pues eso son rastreadores. Son los sirvientes de los demonios, les hacen el trabajo sucio, sus recados, también he oído de alguno que les limpia la casa.- solté una pequeña carcajada al imaginarme a una criatura de esas barriendo el suelo mientras un demonio se tumbaba en el sofá y leía el periódico.

- Entonces, tú... Eres un ángel, ¿no?

- Muy observadora.- dijo él con ironía.

Alcé una ceja.

- Y... ¿Por qué estás aquí? ¿ No deberías estar en el cielo? Porque es allí donde viven los ángeles, ¿no?-

Erick sonrió, mostrando sus brillantes y bien alineados dientes.

- Hay varios tipos de ángeles. Yo,provengo de una familia de ángeles guardianes.- explicó, manteniendo esa hermosa sonrisa en su boca- A cada uno de nosotros se nos encomienda un lugar del mundo. En mi caso, el mío es la academia Piñedo. Mi misión es proteger el recinto de demonios.

- Entonces... Si a cada uno de vosotros se les encomienda un lugar del mundo... Debéis de ser millones.- razoné, sorprendida.

- Si solo los ángeles guardianes somos millones, imagínate contando a las otras clases.-

Me detuve a recapacitar durante unos instantes. Si los ángeles se mezclaban entre los humanos para protegernos, probablemente, habría conocido a más de uno en mi vida sin saberlo. Contuve el aliento, asombrada.

- Lo que no entiendo es... ¿Por qué me cuentas todo esto? ¿Soy la primera humana que conoce la existencia de los ángeles?- finalmente solté la pregunta que llevaba en mi cabeza desde que Erick empezó a responderme.

Este clavó sus ojos azules en mí, aquella hermosa sonrisa había desaparecido de su rostro, el cual se mostraba repentinamente serio.

- Lena... Tú no eres humana.-

Sus palabras impactaron en mi corazón como si hubiese sido golpeada por un millón de dagas.

- Entonces... ¿Es...es verdad lo que dicen?-tartamudeé, realmente confusa.- Erick... ¿Tú crees que soy una bruja?

Este alzó una ceja, sorprendido, y tras unos segundos en silencio habló.

- ¿Una bruja? ¡Por supuesto que no eres una bruja!- dijo, como si fuera obvio.- ¿De dónde narices has sacado eso?

Bajé la mirada algo avergonzada. Ahora sí que me sentía realmente estúpida.

- Bueno... Últimamente están pasando cosas raras a mi alrededor. Y... Después de lo que ocurrió con Lauren, muchos pensaron que era bruja, supongo que de tantas veces que lo oí acabé por creérmelo.- murmuré, algo avergonzada.

- Si te sirve de consuelo, las brujas no existen.- dijo, guiñádome un ojo.

Esbocé una pequeña sonrisa. Entonces, contemplé el rostro de Erick y, tras unos segundos, advertí que todas sus heridas exceptuando la de la costilla y la pierna habían desaparecido.

- Erick...- murmuré, haciendo que este se girara para mirarme.- Tus heridas... Han... Han desaparecido.- comenté, asombrada.

- Soy un ángel, mis heridas se curan solas al cabo de unos minutos.- explicó.

Entonces volví a echarle una mirada a la profunda herida de la costilla y luego a la de la pierna, asegurándome de que aún estaban ahí.

- ¿ Y por qué estas no se te van?- pregunté.

- Por que están hechas con armas blancas.- entonces se detuvo, sacando una daga de empuñadura dorada de su cinturón.- Esto es una arma blanca. Son las únicas armas capaces de herir a ángeles y demonios.

La empuñadora dorada de la daga tenía grabada alas de ángel. El filo era realmente fino y brillaba a causa del reflejo de la luna.

Tras unos segundos jugueteando con la daga, Erick la guardó de nuevo en su cinturón.

Entonces, sentí pequeños pinchazos en el brazo en el que me había mordido uno de los rastreadores. Lo agarré con una mueca de dolor, esperando encontrar una costra de sangre en él, pero lo más sorprendente es que el tacto del brazo era totalmente liso. Fruncí el ceño, extrañada, y lo miré.

Lo que vi me heló la sangre. Aquella enorme herida que había tenido minutos atrás en el brazo había desaparecido totalmente.

Erick al ver que me detenía, se paró de golpe y me contempló con aparente preocupación.

- Lena, ¿te pasa algo?-

Yo, que me había quedado de piedra, conseguí articular unas palabras.

-Mi... Mi brazo...- balbuceé- Tenía una herida... Y... Ya no está...

Entonces, las palabras que Erick había dicho apenas unos minutos antes volvieron a mi mente:

'' Soy un ángel, mis heridas se curan solas al cabo de unos minutos.''

'' Esta es una arma blanca. Son las únicas capaces de herir a ángeles y demonios''.

Me paré en seco. Comprendiendo de golpe porque mi herida se había curado.

- Erick...- este se volvió para mirarme- Cuando dijiste que no era humana... ¿Qué querías decir?

Este desvió la mirada al suelo. Era la primera vez que veía a Erick incómodo y sin saber que decir. Una sombra oscura pasó por sus azulados ojos.

- Olvida lo que dije, no tiene importancia.- dijo, tras unos segundos en silencio, mientras continuaba andando.

- Pero... Mis heridas se han curado solas...- murmuré, mientras me colocaba a su altura- ¿Soy...soy un ángel?

Este aceleró el paso, dejándome atrás de nuevo.

- No debería haberte contado nada, aún no estás preparada.-

- Eso no responde a mi pregunta.- dije, frunciendo el ceño.

- En serio Lena, no te conviene saberlo todavía...-

Me paré en seco, cruzándome de brazos.

- Estoy harta de esto. Estoy harta de que no me cuentes la verdad. ¿ Por qué te empeñas en no contarme nada?- pregunté, furiosa. No pude evitar subir mi tono de voz más de lo debido- ¡Quiero saber quien soy! A veces pienso que todo el mundo lo sabe menos yo...

Erick se pasó una mano por el pelo, secándose las gotas de sudor que caían por su frente.

- No lo entiendes...- murmuró.

Me coloqué a su lado, notaba como la vena del cuello me latía con fuerza. Me sentía furiosa, odiaba que no me dijeran la verdad.

- ¡Pues explícamelo!-

- ¡Solo intento protegerte!- gritó él- No soportaría que alguien te hiciera daño.- dijo, en un tono más calmado.

Su última frase hizo que se me estremeciera el corazón, pero aún así seguía furiosa.

- ¿Protegerme de qué?- le grité- ¿ Tienes idea de lo duro que es que todo el mundo sepa quien eres menos tú misma?

Él desvió la mirada al suelo. Permanecimos unos segundos quietos. En silencio.

- Deberíamos irnos. Está amaneciendo.- murmuró Erick, mientras emprendía de nuevo, el viaje.

- ¿Sabes? Odio cuando haces eso.- dije, furiosa- Siempre cambias de tema cuando no me quieres contestar.

Este se giró de golpe, su cara estaba roja de la ira. Su respiración era agitada, de manera que su pecho subía y bajaba con rapidez.

- ¡No tienes idea de lo que estoy pasando por protegerte!- gritó él- Puede que pienses que soy un capullo por no contártelo, pero créeme, si tú estuvieras en mi lugar tampoco lo harías.

Abrí la boca para replicar, pero las palabras no salieron de ella.

El resto del camino lo pasamos en silencio. Estaba tan furiosa que no tenía siquiera ganas de hacerle más preguntas sobre los ángeles y demonios.

¿ Por qué Erick se molestaba tanto en ocultarme la verdad?

¿Qué se supone que soy?



¡Buenas mis queridas lectoras!
¿Qué tal os va?
Siento mucho haber tardado tanto en subir... SORRY
Si supierais lo que me pasó... Me cargué el pen en el que estaba escribiendo la novela, por lo que lo que llevaba escrito del capítulo 6 se me fue a la mierda y me tocó volverlo a escribir, total, que mi cara fue así como:



 
( Jamie está adorable hasta así *.*)
En fiiin queridas, me voy antes de que el puto internet del móvil me falle de nuevo.
Bye, bye :)

PD: ESCUCHAR HEART BY HEART DE DEMI LOVATO
 

4 comentarios :

  1. AMIGUITAAAA!!! jajajajja
    Me ha encantado la historia, adoro tu forma de escribir María, lo haces genial.
    Erik es tan....ASDFGHJKLOIP que me encanta todo él ajjaja igual que JACE!! De cazadores de sombras. Quiero ver ya la peli:) Bueno que me voy del tema. JAJAJAJA sube pronto please!
    Un besazo!
    PD: Amo a Jamie!!

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  2. Por que eres tan mala?!?!?!?!?! Yo quiero saber quien es realmente!!!!!! Y porque Erick no se lo dice..... Jo me has dejado con la intriga..... Sube el proximo!!!!!
    Besos<3

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  3. Tiaaaaa, sigue pero yaaaaa 0.0 me encantó el cap, pero quiero saber de una vez ya quien es Lena, y el puto Erick no se lo dice!!!! =O sigue pero ya! Besooos

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  4. OH SANTO CIELO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Esto me recordo tanto a Hush Hush XD XD Me encanto.
    excelente cap:3
    Besos

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