CAPÍTULO 6, SEGUNDA PARTE
Tras
un par de horas más andando pude visualizar los altos torreones de
la academia.
Suspiré,
aliviada, el camino de regreso se me había hecho realmente largo ya
que Erick y yo seguíamos sin dirigirnos la palabra.
Finalmente,
justo cuando estábamos apunto de entrar en la academia, rompí el
frío silencio.
-¿Y
ahora qué?- dije, con brusquedad- ¿Entramos a la academia como si
nada, con Naomi inconsciente y tú con dos profundas heridas?
Erick
me miró, se le veía realmente cansado lo que hizo que sintiera una
pizca de lástima por él, el pobre llevaba cargando con Naomi todo
el camino.
-Subimos
a mi habitación, me curas las heridas, nos inventamos alguna excusa
sobre el estado inconsciente de Naomi, la dejamos en la enfermería y
fin.- respondió, en el mismo tono brusco que había utilizado yo
antes.- ¿Qué te parece el plan?
-Horrible.-
respondí, mientras fruncía el ceño.- ¿Cómo pretendes que te
cure?
-Ya
lo hiciste una vez.- respondió él, encogiéndose de hombros.
Entonces
recordé el día en el que me habían atacado en el pueblo. Erick
tenía una profunda herida en el abdomen y se la curé dios sabe
como.
-Está
bien. Te curaré.- dije, cruzándome de brazos- Pero solo si me dices
de una vez que soy y porque tanto secretismo.
Él
formo una sonrisa burlona en su cara y me miró, alzando una ceja
divertido.
-Creo
que no voy a aceptar tu trato- dijo, dando un paso hacia mí- Pero
que sepas, que si muero desangrado, tendrás menos posibilidades de
saberlo.
Lo
fulminé con la mirada y le di la espalda.
-Odio
que tengas razón.- gruñí.
Este
soltó una cantarina risita. Tras unos segundos, inexplicablemente
apareció frente a mí de la nada. Sus ojos azules me miraban con
aparente diversión.
-¿Pero
cómo...?- dije, mirándolo con incredulidad- Hace un momento estabas
ahí y ahora...
Él
me ignoró completamente y cambió de tema.
-Mira,
yo entraré volando con Naomi hasta mi habitación.- explicó él,
mientras me señalaba con el dedo su ventana.- Tú vas por el
interior de la academia y nos reunimos allí. Así no llamaremos la
atención.
Asentí
con la cabeza, dando mi aprobación. No era tan mal plan al fin y al
cabo, odiaba que no se me hubiera ocurrido a mí.
Entonces
Erick posó a Naomi suavemente en el suelo.
-Yo
de ti me alejaba un poco.- me avisó él.
Dí
unos pasos hacia atrás y lo contemplé, algo luminoso empezaba a
fluir de su espalda. Aquella luz se hizo más y más intensa con el
paso de los segundos, de manera que Erick quedó totalmente envuelto
en ella. Desvié la mirada y la luz cesó.
Parpadeé
un par de veces y tras acostumbrarme a la luz, no pude evitar dirigir
mi mirada a Erick, quien levitaba en el aire con Naomi en brazos y
sus hermosas alas extendidas.
Sus
ojos azules parecían tener luz propia, me dirigió una media sonrisa
y, unos segundos después, ascendió con una rapidez inhumana hacia
la ventana de su habitación. Contemplé, fascinada, el rastro de luz
que habían dejado sus alas en el cielo.
Entonces
cogí aire y me adentré en la academia. Al igual que cuando había
salido, no había absolutamente nadie vigilando la entrada, de manera
que, de lo único que me tuve que preocupar fue de intentar hacer el
menor ruído posible.
Subí
hasta la segunda planta, en la que se encontraba la habitación de
Erick. No me costó demasiado encontrarla, ya que mi habitación
estaba en el mismo pasillo. Me paré en la puerta con el número 140
y di unos suaves toques en ella. Oí pasos al otro lado de la pared y
finalmente, el manillar de la puerta comenzó a moverse. De repente
empecé a ponerme nerviosa, nunca había estado a solas en la misma
habitación que un chico de mi edad. Sacudí la cabeza y quité esas
absurdas ideas de mi mente.
Erick
estaba apoyado en el marco de la puerta haciendome un gesto con el
brazo para que pasara. Pude advertir en que había cambiado su camisa
azul (la cual había presentado manchas de sangre), por una blanca
totalmente limpia. La camiseta se le pegaba al cuerpo de manera que
sus músculos se marcaban. Se me ocurrió mirar mi vestido, el cual
presentaba un aspecto pésimo, tenía manchas de sangre en la falda y
pequeños desgarrones en la parte inferior. Me avergoncé ante mi
aspecto, en cuanto llegara a mi habitación tiraría el vestido a la
basura.
Desvié
la mirada de él y decidí entrar en su habitación. Todo estaba
pulcramente ordenado.Tenía algunos bocetos de dibujos sobre su mesa
a medio hacer, y las paredes estaban repletas de cuadros pintados por
él. Olisqueé durante unos segundos, su habitación desprendía un
agradable aroma que, tras unos instantes, identifiqué como lavanda.
El cuerpo inconsciente de Naomi descansaba sobre su cama.
-¿Has
terminado de inspeccionar ya mi habitación?- dijo la voz de Erick a
mis espaldas.
Me
giré. Él estaba cruzado de brazos de manera que sus músculos
sobresalían, sus ojos azules presentaban una expresión burlona.
-Solo
contemplaba tus dibujos.- dije, echándole un último vistazo a las
paredes de su habitación.- Por mucho que me cueste, tengo que
admitir que son realmente buenos.
Sentí
como él se acercaba más hacia mí. Cada vez eran menos los
centímetros que nos separaban.
-¿Cuál
es tu favorito?- sentía su aliento en mi oreja, haciendo que mi
cuerpo se estremeciera levemente.
Sin
siquiera pensarlo señalé uno situado en la pared derecha.
Representaba a un humano con alas, podía ver en él características
propias de un ángel, como la luz en sus hermosos ojos dorados, pero
también propias de un demonio, como las sombras oscuras en sus alas.
Detrás de esta criatura se podía ver a un grupo de ángeles y
demonios que parecían estar en guerra.
A
pesar de no ver su rostro, sabía que Erick debía de estar formando
una de sus medias sonrisas.
-Es
curioso que elijas ese.- susurró- ¿Por qué?
Me
giré, nuestros rostros se encontraban a escasos centímetros. Notaba
como sus ojos azules escaneaban los míos.
-No...
No lo sé.- respondí, sosteniéndole la mirada- Hay algo en ese
cuadro... Algo, que me llamó la atención desde el principio.
Este
me contempló durante unos segundos más, hasta que, finalmente se
alejó de mí. Se sentó en el borde de la cama y empezó a sacarse
la camiseta con cuidado.
Ahogué
un grito al ver la herida de su costilla derecha. Era mucho más
profunda de lo que pensaba. Lo más raro de todo es que no salía
nada de sangre por ella, presentaba un aspecto negro, como si ese
pedazo de piel se estuviera pudriendo.
-¿Tan
feo soy?- dijo Erick, al ver la expresión de mi cara.
-No
es eso idiota.- bufé, mientras me acercaba para inspeccionar la
herida más de cerca.
-Entonces
soy guapo.- dijo, sonriendo.
Rodé
los ojos y decidí cambiar de tema.
-No
esperé que fuera tan profunda.- dije, mientras pasaba mi dedo por la
superficie de la herida.
Pude
ver como Erick formaba una mueca de dolor en su rostro, por lo que
decidí apartar mi dedo.
-¿Te
he hecho daño?- pregunté, preocupada.
Él
negó con la cabeza y recogió un mechón de pelo que caía sobre mis
ojos detrás de mi oreja.
-Haz
lo que tengas que hacer.- dijo él, guiñándome un ojo.
-Si
supiera lo que tengo que hacer...- murmuré.
Este
se recostó en la cama, apoyando los codos en el colchón, de manera
que me daba una visión más amplia de la herida.
-¿Qué
hiciste la última vez?- me preguntó.
Pude
detectar un suave brillo en sus ojos azules.
-Pues...
Yo... Simplemente pensé en que quería curarte y una energía se
formó en mi pecho y fluyó por las llemas de mis dedos.- bajé la
mirada, mientras me echaba el pelo hacia atrás.- Sé lo que debes de
estar pensando... Es una estupidez.
Erick
se acercó suavemente a mí y posó su mano en mi barbilla,
obligándome a alzar la cabeza. Nuestros rostros se encontraban a
escasos centímetros. La luz de la luna entraba por la ventana,
marcando sus altos pómulos y dándole un suave brillo a sus labios
carnosos. Sus ojos de oscuras y largas pestañas penetraban en los
míos.
Mis
manos sudaban y sentía como mi respiración se volvía más agitada.
-Lena...-
la forma en la que pronunció mi nombre hizo que me estremeciera- No
es ninguna estupidez. Yo confío en ti y tú deberías hacer lo
mismo. Haz esto por mí, por favor.
Pude
ver una huella de dolor en sus ojos azules. Él estaba sufriendo.
Intentaba aparentar que apenas le dolía, pero aquella herida lo
estaba matando.
Me
alejé de él y me desprendí de mi capa de piel, dándome más
movilidad en los brazos.
-Túmbate.-
le ordené, mientras me situaba, de rodillas, a pies de la cama.
Este
me obedeció sin rechistar. Situé mis manos en la herida y cerré
los ojos.
''
¿Qué es lo que quieres?'' preguntó, una voz en mi cabeza.
''
Quiero curarle.'' pensé, mientras apretaba los ojos con más fuerza
'' No quiero que muera''.
Entonces
lo sentí, una suave corriente de energía que empezaba a nacer en mi
pecho. Esta energía salió al exterior a traves de mis dedos,
provocandome un leve cosquilleo.
Abrí
los ojos y comprové, como la herida se había curado por completo.
Sentía la mirada de Erick clavada en mí. Sonreía, haciendo que sus
mejillas adquirieran un adorable tono rosado.
Entonces
se arremangó el pantalón, dejándo al descubierto la otra herida
que le quedaba en la pierna. Esta la curé con una facilidad que me
pilló por sorpresa incluso a mí misma.
Me
senté en el borde de la cama junto a Erick, quien ya se había
puesto la camiseta. Me apoyé en la pared, ya que me sentía
ligeramente cansada.
-Gracias.-
dijo él, de repente, mientras se giraba para mirarme- Ya son tres
veces las que me has salvado la vida.
-No
hace falta que las des.- dije, guiñándole un ojo- Siempre que tú
me salvas, yo te salvo.
-Supongo
que hacemos un buen trabajo en equipo.- dijo él, dirigiéndome una
pequeña sonrisa.
Seguidamente
se levantó de la cama y levantó el cuerpo de Naomi.
-Deberíamos
dejarla en la enfermería.-
Asentí
con la cabeza, fui a levantarme de la cama cuando un mareo repentino
hizo que estuviera apunto de caer al suelo. Me apoyé en la pared,
intentando recuperar el equilibrio. No entendía que me pasaba, me
sentía realmente agotada.
-Lena,
¿te encuentras bien?- me preguntó, pude ver por la expresión de su
rostro que estaba preocupado- Puedes quedarte aquí si quieres, yo
dejaré a Naomi en la enfermería.
-Estoy
bien.- dije, mientras me situaba a su lado- Solo ha sido un pequeño
mareo.
Este
me dirigió una fugaz mirada con la duda pintada en sus ojos, pero al
ver que yo insistía en ir, decidió dejarlo pasar.
Bajamos
a la primera planta de la academia, donde se encontraba la
enfermería. Se me ocurrió mirar por la ventana y pude comprobar
como ya se había hecho de día.
''
Y yo no he dormido nada.'' pensé mientras intentaba mirar mi reflejo
en alguna de las ventanas.'' probablemente debo de tener unas enormes
ojeras.''
Finalmente
llegamos en la enfermería. Me adelanté para poder abrirle la puerta
a Erick, quien me dedicó una pequeña sonrisa mientras seguía
cargando con Naomi.
Una
enfermera bajita se encontraba sentada en una silla, tras una mesa.
Apoyaba la cabeza en sus manos y sus párpados amenazaban con
cerrarse. Al ver entrar a Erick con Naomi inconsciente en sus brazos
abrió los ojos como platos y salió disparada hacia nosotros.
-¿Pero
qué le ha pasado?- preguntó la enfermera, con aparente
preocupación.
Erick
me miró a mí. Pude detectar una pizca de nerviosismo en sus ojos
azules. Parecía querer que fuera yo la que se inventara algo para
explicar el estado de Naomi.
Tragué
saliva y desvié los ojos de él para mirar directamente a la
enfermera, quien esperaba nuestra respuesta de brazos cruzados.
-Erick
y yo estábamos en el bosque y nos la encontramos inconsciente en el
suelo.- dije, intentando que mi voz sonara asustada- Su cabeza estaba
encima de una enorme roca, por lo que deducimos que probablemente se
habría resbalado hacia atrás y golpeado con la roca en la cabeza.
-Vaya...-
dijo, la bajita enfermera.- Lo que no me explico es, ¿qué narices
hacíais vosotros en el bosque?
-Pues...-
empezó a decir Erick, pero yo le interrumpí rápidamente antes de
que pudiera continuar.
-Ayer
estuve estudiando por la mañana allí. Me gusta estudiar al aire
libre.- expliqué.- Entonces anoche fui a mirar mis apuntes de
historia, ya que hoy tengo examen y resulta que no estaban. Supuse
que me los habría dejado allí. Erick se ofreció voluntario para
acompañarme.
Me
sorprendí de lo muy sincera que sonaba mi voz. Siempre se me había
dado bien mentir, no era algo de lo que me sintiera orgullosa, pero
de vez en cuando, conseguía sacarme de algun que otro apuro.
-Entiendo.-
dijo, mientras se dirigía hacia una cama libre, con nosotros
pisándole los talones.- Salir al bosque por las noches está
prohibido y normalmente a los que lo hacen se les castiga, pero por
esta vez os lo dejaré pasar, ya que habéis salvado a esta pobre
chica.
Erick
y yo nos miramos con aparente alivio en nuestros rostros. Este dejó
a Naomi sobre la cama que le indicó la enfermera.
Una
vez fuera de la enfermería, no pude evitar soltar un pequeño
suspiro de alivio. Erick me miró, formando una media sonrisa en su
cara.
-No
sabía que mintieras tan bien.-
-Soy
buena actriz.- dije, encogiéndome de hombros.
-Siento
no haberte ayudado con la escusa sobre el estado de Naomi. Los
ángeles no podemos mentir.- explicó- Probablemente lo habría
fastidiado todo si hubiera hablado.
-No
pasa nada.- dije, mientras él daba media vuelta para marcharse a su
habitación.- Erick.- este se giró para mirarme.- Gracias.
Él
me dedicó una amplia sonrisa y continuó su camino.
Bueeeeeeeenas mis guapas y guapos lector@s!
¿Qué tal os va?
La verdad que empezaba a tener un poco abandonado esto de blogger :L
¡Pooor cierto! ¡Notición del día! ¡Mi novela ya tiene título!
*aplausos imaginarios*
''Entre la luz y la oscuridad'', creo que este título le va MUY MUY BIEN jajaja (ya entenderéis porque mis bebés).
Os pido disculpas por haber tardado tanto en publicar, pero esta vez tengo una escusa decente. Esta semana pasada fueron las fiestas de mi urba, por lo que estuve ocupada todos los días.
¡ Nos hicimos hasta camisetas!
En fin, ESCUCHAR ESTA CANCIÓN.
alsdfjsfoisjoifjsofsiss SALEN IMÁGENES DE CITY OF BONES, ME MUERO *.*
Byeee !
Hola Maria!!!
ResponderEliminarVamos a ver...tu y yo vamos a tener que hablar muy seriamente...NO ME PUEDES DEJAR ASÍ!!! (vale Maria, ya pasó respira ondo) Jooo...yo quiero más, necesito más. Tengo muchisimas ganas de leer el próximo capítulo y, por cierto, el título entre la luz y la oscuridad. ¡Me encanta! *_* Le va que ni pintado:)
Un besazo cielo!
No mates a jack!!! (demasiado tarde pero bueno...) esque es tan mono!! Rubito de ojos verdes aaaaaaaw y encima el nombrecito que le va al pelo (yo lo digo por memorias de idhun porque estoy enamorada de ese personaje y me encanta que lo uses en tus relatos) la cosa esque te lo has cargado y eso no tiene perdón *_* espera!! Sí que lo tiene! Haz un capi en el que resucite milagrosamente y sea un ángel o algo así!! Lo que sea pero que vuelva!!! Sigue escribiendo y mencionando a jack aunque sean pesadillas (está tan mono cuando lo matan...) estoy un poco loca... UN BESO!!
ResponderEliminarOMG*-* ME ENCANTÓ! tienes que seguir, pero ya!! Eeeeeeeeeeeeeeeengap!!!! Que quiero enterarme ya que es Lena!! Besitoooos
ResponderEliminarHolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
ResponderEliminarMe encantaaaa la historia quiero mas capitulos YAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!.
Y el titulo le queda muy muy muy muy bien.
Besos!
Hola!!! Te aviso que ya he vuelto y te voy a comentar un montón, así que prepárate xD, porqué me estoy poniendo al día con tu novela, que me quedé en el tercer capítulo y madre mía, lo estás haciendo increíble! ^^
ResponderEliminarBesooos!! <3
Me encanta el título y la portada:3
ResponderEliminarHermoso♥ Por cierto, excelente cap. Me encanta Erick
Besos