La
campana sonó con insistencia como todas las mañanas para avisar a
los estudiantes de que debían de empezar a levantarse. Abrí los
ojos lentamente y, tras unos segundos acostumbrándome a la luz del
sol, me levanté de la cama.
Abrí
mi armario y cogí el uniforme de la academia (que mi padre al fin me
había enviado). Lo observé. Era un vestido largo de un color verde
oscuro, en la parte superior se podía ver grabado el escudo de la
academia. Me lo puse a reñadientes, y pensar que tendría que
ponérmelo durante todo el curso...
Una
vez estuve totalmente arreglada salí de mi habitación y me dirigí
hacia la enfermería, como llevaba haciendo durante dos semanas desde
que Erick y yo dejamos a Naomi allí.
Saludé
a la bajita enfermera, que ya estaba acostumbrada a verme allí todas
las mañanas y fui hacia la cama de Naomi, con la esperanza de que al
fin estuviera despierta, con esos grandes ojos marrones suyos
abiertos. Pero al descorrer la cortina de su cama, pude comprobar,
con cierta desilusión, que aún no se había despertado.
-¿Sigue
inconsciente?- pregunté, girándome para mirar a la enfermera.
-Sí...-
dijo, formando una forzada sonrisa en su rostro- No te preocupes
cariño, se pondrá bien.
-Ya...-
gruñí, mientras me dirigía hacia la salida de la enfermería- Eso
llevas diciéndome dos semanas y mírala, sigue igual.
Cerré
la puerta de un portazo.
-¡Hacemos
lo que podemos!- oí decir a la enfermera, desde el otro lado de la
pared
-Pero
no es suficiente...- murmuró alguien a mis espaldas- Nada es
suficiente, no despierta.
Me
giré, topándome con un Christian serio y con pequeñas ojeras
bordeando sus hermosos ojos color miel. Desde que su hermana estaba
inconsciente apenas se le veía en clase. Se pasaba día y, por sus
ojeras, diría que también noche, en la enfermería, junto a su
hermana. Aquella hermosa sonrisa que tanto le había caracterizado
llevaba semanas sin aparecer en su rostro, el cual ahora era serio.
Lo
miré con cierta compasión, él era el que peor lo estaba pasando en
estos momentos.
Lo
cogí del brazo y lo guié hasta clase. Desde que su hermana estaba
inconsciente había fluido una bonita amistad entre nosotros.
-Debes
ir a clase.- dije, ignorando sus protestas pidiéndome que le dejara
volver a la enfermería- No puedes pasarte todo el día ahí dentro.
Te acabarás volviendo loco.
Este,
al ver que nada de lo que dijera me iba ha hacer cambiar de idea,
decidió entrar en clase. Una multitud de chicas se le abalanzó
preguntándole por su hermana y si se encontraba bien. Decidí
sentarme en mi asiento habitual, justo detrás de Erick, ya que tanta
gente me estaba empezando a agobiar. Entonces, este se giró,
apoyando su cabeza en el respaldo de la silla. Y una vez más, no
pude evitar dirigir mi mirada a sus hermosos ojos azules, que
desprendían aquella luz tan característica en ellos.
-¿Sigue
sin despertar?- preguntó.
Asentí
con la cabeza como respuesta, probablemente la desilusión se veía a
kilómetros en mi rostro.
Este
inclinó su silla hasta apoyarla en mi mesa y se acercó a mí, de
manera que nuestros rostros se quedaron a escasos centímetros.
-Tengo
una idea de porque sigue inconsciente.- susurró, de manera que solo
yo lo podía escuchar- En cuanto salgamos de clase te explico.
Lo
miré, con la duda pintada en mi cara y justo cuando Erick se separó
de mi mesa entró la profesora de historia a clase, con una sonrisa
de oreja a oreja. Se sentó en su escritorio y ordenó a unos cuantos
estudiantes que seguían de pie hablando que se sentaran en sus
correspondientes sitios. Me acomodé en mi asiento, apoyando la
cabeza entre mis brazos y mirando distraídamente hacia la ventana.
Entonces,
unos suaves golpes provenientes de la puerta resonaron por la clase.
La profesora se levantó y abrió la puerta. Estuvo durante unos
segundos fuera, apenas se escuchaban unos suaves murmullos desde
fuera de la clase y entonces entró, pero no iba sola. Un chico la
acompañaba. Era alto, era gracioso verlo al lado de la profesora, ya
que esta apenas superaba el metro y medio. Su pelo era de un intenso
color negro, lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, que
relucían con un cierto brillo de superioridad en ellos, eran de un
color amarillento, con reflejos verdes claro. Llevaba el uniforme de
la academia arremangado hasta el codo y la corbata ligeramente
aflojada. Llevaba las manos dentro de los bolsillos y mostraba una
media sonrisa en su rostro.
Podía
oír a las chicas a mis espaldas suspirar y comentar lo muy guapo que
era.
-Chicos.
- al ver que los alumnos seguían hablando entre ellos, la profesora
se vio obligada ha alzar la voz- ¡Chicos silencio!.- entonces, se
dirigió hacia el atractivo chico, con una sonrisa en su rostro.-
Este es James, será vuestro nuevo compañero.
El
chico pasó una mirada distraída por la clase, como analizando el
lugar. Por su expresión, podía adivinar que apenas estaba haciendo
caso a lo que le decía la profesora. Entonces su mirada se detuvo en
mí, sus labios formaron una media sonrisa y giró la cabeza para
mirar a la profesora, que le estaba indicando donde debía sentarse.
El
chico se abrió paso hasta llegar a su sitio, que estaba a final de
la clase. Las chicas suspiraban y se giraban para mirarlo cuando
pasaba por su lado. A este no parecía importarle, de hecho, le guiñó
el ojo a una de las chicas.
''
Son patéticas'' pensé, rodando los ojos.
Al
fin, la campana resonó por toda la academia, indicando el final de
la clase. Me levanté de un salto y recogí mi mesa con rapidez,
metiendo los pergaminos, la pluma y la tinta echos un revoltijo en mi
mochila.
Entonces,
justo cuando iba a colgarme la mochila al hombro choqué con Erick,
quien estaba detrás mía.
-Perdona
yo...- apenas me dejó terminar la frase, ya que me agarró del brazo
y me sacó a rastras de la clase.
Una
vez estuvimos fuera me crucé de brazos y esperé a que me diera una
explicación por su anterior comportamiento.
-Es
un demonio.- dijo, pude ver como sus ojos ardían de odio al
pronunciar la última palabra.
Lo
miré algo desconcertada.
-¿Un
demonio? ¿Quién es un demonio?-
-El
chico nuevo, James.- respondió, como si fuera obvio.
-Vaya...
Acabo de llegar y ya hay gente hablando de mí.- dijo una voz a
nuestras espaldas.- El ángelito y su bella acompañante.
Interesante.
Erick
y yo nos giramos prácticamente a la vez. Un incómodo silencio se
apiadó del lugar. Erick y James se miraban entre ellos, era visible
a kilómetros el odio que desprendían los ojos de ambos al mirar al
otro.
-¿Qué
es lo que quieres demonio?- gruñó Erick, fulminándolo con la
mirada.- ¿Qué narices haces aquí?
James
formó una encantadora sonrisa en su rostro.
-Si
quisiera matarla, ya lo habría hecho.- dijo, dirigiéndo la mirada
hacia mí.
Sus
ojos me recorrían de arriba a abajo con descaro. Apreté los puños
echa una furia, odiaba que me miraban así. Entonces él dio un paso
hacia a mí y alzó la mano con intención de acariciarme la mejilla.
Iba a apartarme cuando Erick se interpuso entre nosotros dos,
dejándome detrás de él.
-Ni
se te ocurra tocarla.- le advirtió, con un tono amenazador en su
voz.
Los
músculos de su espalda estaban tensos.
Me
entraron unas tremendas ganas de pasar mi dedo por su espalda. Sacudí
la cabeza, borrando aquellas absurdas ideas de mi cabeza.
-Baja
esos humos angelito.- dijo James, mientras se arremangaba aún más
el uniforme de la academia.
Giró
el brazo y le enseñó un tatuaje que representaba una ala negra y
otra blanca unidas, por un lazo.
Pude
ver como los músculos de Erick se relajaban, y entonces se arremangó
también, mostrando un tatuaje exactamente igual.
-Que
desconfiados que sois los ángeles por Lucifer...- gruñó el demonio
rodando los ojos.
-Tenemos
nuestras razones para desconfiar de vosotros.- replicó Erick,
mientras se colocaba la manga del uniforme.
Yo
les miré algo desconcertada. ¿Se puede saber que narices estaba
pasando? ¿Qué significaba aquel tatuaje que tenían los dos?
Carraspeé,
provocando que la amarillenta mirada de James y los ojos azules de
Erick se posaran en mí.
-Existo,
¿sabéis?- dije, cruzándome de brazos.
James
miró a Erick, alzando una ceja.
-¿Aún
no se lo has dicho?-
Este
desvió la mirada al suelo.
-Aún
no está lista...- respondió secamente.
-Otra
vez empiezas con eso...- gruñí- ¿Algún día estaré lista para
ti?
-Necesitamos
que lo sepa.- dijo James, serio por una vez en toda la conversación.-
Tiene que ir aprendiendo a usar sus poderes y a desarrollar sus alas.
-¿Alas?-
pregunté, frunciendo el ceño.
-¡Por
dios! ¡Haz el favor de cerrar el pico demonio!-
-Ocultándole
su naturaleza no vas a conseguir nada. O se lo dices tú o se lo digo
yo. Tú eliges angelito.-
-Está
bien. Pero salgamos fuera, aquí hay demasiada gente.- gruñó Erick,
mientras daba media vuelta y se dirigía hacia la salida de la
academia.
Aceleré
el paso, para colocarme detrás de él. Noté la presencia de James a
mi lado. La mayoría de las chicas nos miraban y murmuraban cosas que
mi oído no llegaba a captar.
Finalmente
salimos fuera. Llené mis pulmones con el puro aire que se respiraba
en los cuidados jardines de la academia. Erick se giró para mirarme.
-Será
mejor que te sientes. Hay para rato.-
Me
senté con cuidado en el césped y alcé la mirada, preparada para
escuchar lo que tuvieran que decirme.
Hooolaa mis angelitos,
¿qué tal os va?
Sé que este capítulo es algo corto, de hecho, podría haberlo hecho más largo, pero preferí dejaros con la intriga (me amáis, lo sé).
NOOOOTICIÓN
¿A que no adivináis de quién es el cumpleaños este domingo?
(De Niall Horan noo, el los cumple el viernes).
MÍO! Esta idiota de aquí cumple 14 añitos :3 (Me cachis, ¡me estoy haciendo vieja!)
En fin, os lo digo para que me enviéis algo, no pido demasiado, solo quiero un Jace Lightwood.
Me despido con ROOAR de Katty Perry. (amo el vídeo, ¡es muy original!)
PD: ¿Qué os parece James? Es muy sexy el jodio... :P
Tia pues felicidades adelantadas!!!! El mio fue en agosto... Pero bueno... Me mata la intriga, sube el siguiente!!!
ResponderEliminarBesos<3
Hola hola:)
ResponderEliminarCUMPLEAÑOS FELIZ CUMPLEAÑOS FELIZ!!! Aún así descubriré más formas de felicitarte. Joo, ya tambien quiero a un Jace para mi cumple (anda que hasta abril no queda ni nada) NJUSTICIA!!! Soy más vieja que tu...yo ya tengo los quince cumpidos. Pronto me saldrán canas peeeero....en fin.
Este James no se porque me da mala espina...(ya empezamos yo y mis corazonadas jaja) Sube pronto, tengo muchas ganas de leer más y más:))
Un besazo!!
PD: Los pies de Jce son sexys...ÉL ES PERFECATAMENTE PERFECTO!!! Él y yo estamos comprometidos pero preferimos mantenerlo en secreto...shhh:) (na, broma xD) Ojala fuese verdad...
Un besazo cielo<3
1.- ME CAGO EN TI, sí, te amo, PERO POR QUÉ COJONES LO DEJAS AHÍ???! Niña mala -.-" Llevo milenios queriendo saber qué es Lena, ahora aparece James, el tatuaje ese, y justo cuando se va a saber lo que llevo milenios esperando, CHAN CHAN CHAN, SE ACABA EL CAPÍTULO -.-" no eh, no, vamos, sigues pero YA!!!
ResponderEliminar2.- CUMPLEAÑOOOOS FELIIIIIZ, CUMPLEAÑOOOOS, FELIIIIIZ, TE DESEEEEEAAA CRISTINA ADELANTADAMENTEEE (xdd) CUMPLEAÑOOOOS FELIIIIIIZ, BIEEEEEEEEEEEN (8) Felices 14 María!!
3.- No sé si lo habré dicho pero... Me encantó el capítulo, SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE SIGUE!!!!!!
Besitoooooooos=D
Feeeeeeeeeeeliz Cumple!!!! Que sigas cumpliendo muuuchos mas jaja Que la pases muy bien en tu cumple, que recibas muchos regalos y que conozcas a One Direction jaja Pregunta: ¿Te sigue gustando 1D?? jaja. Yo cumpli el domingo pasado, cumpli el 8 y tu cumples el... 15!! Siiii bueno te voy a dar un regalito (estate pendiente del correo en estos dias jaja) (tu correo sigue siendo el mismo?)
ResponderEliminarMe encanto el cap!!! siguela! jaja
ERES GENIAL!!!
Besos!!!
hola!
ResponderEliminarme ha encantado tu forma de escribir y de contar el capitulo!*.*
Me ha gustado mucho los personajes ,en especial James!:)
Feliz cumple y k cumplas muchos másss!:)
te sigo!:)
te invito a k te pases por mi blog:
http://mundossobretinta.blogspot.com
besos!
JAJAJAJAJA!
ResponderEliminarMe imagino la escena, ella sentada en el cesped, esperando una respuesta. Me encanta tu novela:3
Besos♥