martes, 17 de septiembre de 2013

Capítulo 7, segunda parte

CAPÍTULO 7, SEGUNDA PARTE
Erick y James se miraron entre ellos y, tras unos segundos, se sentaron en el césped, justo enfrente de mí.
Verlos uno al lado del otro me hizo pensar en lo muy diferentes que eran. Mientras que la mirada azul de Erick transmitía seguridad y calidez, la de James, tenía un aire misterioso y electrizánte que hacía que se me pusieran los pelos de punta. La palidez del demonio contrastaba con el ligero bronceado de Erick. Lo único que tenían en común era la altura y el cuerpo musculoso.
Finalmente, el ángel de ojos azules carraspeó, haciendo que dejara mis comparaciones de lado y pusiera mi atención en él.
-Todo comenzó hace, aproximádamente 20 años. El reino angélico era un caos. Los demonios habían encontrado la forma de ascender a los cielos y arrasaban los dominios de los ángeles.
James carraspeó, interrumpiendo la explicación de Erick.
-Si los demonios os invadimos, fue porque nos desterrásteis al submundo.- aclaró este.
-Ya pero...- fue a replicar Erick, pero antes de que acabara la frase lo interrumpí.
-No importa quien invadiera a quien, haz el favor de continuar con la historia.- protesté, soltando un suspiro.
Erick se quedó unos segundos en silencio hasta que decidió continuar.
-Bueno. Los demonios nos invadían, incendiaban nuestros cuidados jardines, mataban a los más débiles...-
James abrió la boca, dispuesto a replicar, pero le fulminé con la mirada, provocando que este la cerrara de inmediato, frunciendo el ceño.
-Los ángeles decidieron luchar, formando un ejército con las mujeres y hombres más fuertes. A diferencia de los humanos, los ángeles y demonios consideramos a las mujeres lo suficientemente fuertes para luchar.- explicó Erick- La guerra que se llevó a cabo fue brutal, una de las peores de los últimos siglos, por lo que me han contado. Pero finalmente. Los demonios se marcharon, ya que habían perdido a una considerable parte de su población.
-Al igual que los ángeles.- añadió James.
Erick rodó los ojos, aparentemente molesto por aquel comentario.
-Pasada la guerra. Todos los ángeles sobrevivientes se reunieron en el gran salón de actos, dentro del castillo principal del reino. Allí se contaron a los muertos de la guerra y los daños producidos en el reino angélico. Fue entonces cuando se dieron cuenta de la falta de una presencia importante en la sala. El arcángel Daniel. Al ver que no estaba allí, todos le dieron por muerto.
-Ya, muy bonita la historia.- dije, interrumpiendo a Erick- ¿Pero que tiene que ver todo esto conmigo?
-Lena... Daniel, era tu padre.- dijo James, clavando su amarillenta mirada en mí.
Abrí los ojos como platos.
-Espera... ¿¡Qué?!- dije, sorprendida ante su respuesta- ¿Cómo va a ser un arcángel mi padre? ¿¡Pero no acababas de decir que estaba muerto?!
Erick frunció el ceño y suspiró con impaciencia.
-¿¡Quieres dejarme continuar la historia?!- protestó.
-Está bien. Continúa.- dije, intentando, sin mucho éxito, relajarme.
-Dije que todos lo daban por muerto, pero realmente él no lo estaba. Por lo visto el arcángel Daniel se enamoró locamente de una demonia de la que no recuerdo el nombre.-
-Abrahella.- aclaró James, interrumpiendo a Erick.- Se llamaba Abrahella. Era una demonia muy famosa en el submundo. Su increíble belleza era la perdición de todos los demonios, quienes besaban el suelo por el que ella pasaba.- sus ojos amarillos penetraron en los míos intensamente. Desvié la mirada, incapaz de seguir mirandolo a los ojos
-En fin.- prosiguió Erick- El caso es el el amor entre Abrahella y Daniel era mutuo y bueno, de ahí surgiste tú.
-¡Un momento!- dije, provocando que Erick y James dirigieran sus miradas hacia mí.- Pero... No... No puede ser...- balbuceé, intentando ordenar las ideas en mi mente- Mis padres no tienen pinta de ser un ángel y un demonio. Ellos... Son los condes de Gredfield.
James resopló, rodando los ojos.
-¿Es que no lo entiendes? Ese matrimonio que lleva cuidándote toda tu vida no son tus verdaderos padres.- explicó.
Me quedé petrificada al oír las últimas palabras de James.
'' Llevo viviendo toda mi vida en una mentira'' esta idea golpeó mi cabeza como 20 puñales.
-Pero... Ellos nunca me lo dijeron.- dije, en un susurro apenas audible.
-No les eches la culpa. Uno de los demonios de la A.P.U hechizó a los condes para que pensaran que eras su hija.
-No lo entiendo... ¿Por qué?- dije, algo confusa. Era difícil para mí asimilar todo aquello de golpe- ¿Y qué es la A.P.U?
-Lena... Los ángeles y demonios llevan odiándose desde el principio de los tiempos. Para ellos es una aberración que un ángel y un demonio se amen. La A.P.U es una asociación de un grupo de ángeles y demonios a la que pertenecemos James y yo. Nos encargamos de protegerte.
-¿Qué significan las iniciales de la asociación?- pregunté.
-Realmente, nadie lo sabe.- explicó James, encogiéndose de hombros- Supongo que el tío que formó la asociación no tenía demasiada imaginación y escogió tres letras a voleo que quedaban medianamiente bien.
En otras ocasiones habría soltado una pequeña risita ante la respuesta de James. Pero en estos momentos no podía evitar estar seria, asimilando que llevaba toda mi vida pensando que era alguien que no era.
-Ey... Lena, ¿estás bien?- preguntó Erick, acariciándome la mejilla suavemente.
Sus ojos azules brillaban mientras me miraba con preocupación. Asentí con la cabeza.
-Erick. ¿Qué ha sido de mis padres?- pregunté, en un susurro.
Este dejó de acariciarme la mejilla y me miró seriamente.
-Los mataron.-
Ahogué un grito de horror.
-¿Los mataron simplemente por el hecho de estar enamorados?- dije, sin creermelo- ¿Y los ángeles lo permitieron? Pensaba que estábais a favor del amor y todo ese rollo.
James sonrió con malicia.
-Los ángeles no son como tú crees hermosa. Ellos desprovaban el amor de tus padres tanto como lo hacían los demonios.
Desvié la mirada. Sinceramente no me esperaba aquello. Siempre había pensado que los ángeles eran los buenos y los demonios los malos. Ahora entendía que todo no era tan simple como aquello.
-Entonces... Los ángeles y demonios me consideran... ¿un monstruo?- balbuceé, mientras arrancaba césped con nerviosismo- ¿Simplemente por ser el fruto del amor entre un ángel y un demonio?
Erick y James asintieron con la cabeza.
-Pero apuesto a que más de uno cambiaría de idea si te viera...- dijo James, con picardía.
Erick alzó una ceja, fulminándole con la mirada. Yo decidí ignorar el comentario.
-A ver... Dejarme que me aclare.- dije, intentando ordenar todas las ideas de mi mente.- Mis padres son un ángel y una demonia, por lo que poseo características de ambos. La mayoría de ángeles y demonios me consideran un monstruo y quieren matarme, en cambio, hay una pequeña asociación llamada A.P.U que quiere protegerme. ¿Voy bien?
Tanto el ángel como el demonio asintieron con la cabeza.
-Lena...- alcé la mirada, clavando mis ojos en Erick- Ellos te tienen miedo. Te tienen miedo porque eres diferente. Temen que puedas usar tu poder contra ellos. Tienes características de un ángel y características de un demonio, eres el equilibrio entre ellos. Si los ángeles somos el blanco y los demonios el negro, tú eres el gris.
Recorrí a James y Erick con la mirada.
-Y vosotros. Los de la asociación A.P.U, ¿por qué me protegéis? ¿ Por qué no me queréis matar como lo desean los otros?- pregunté, clavando mis extraños ojos verdes en ambos.
Esta vez fue James el que contestó.
-Porque creemos en ti. Tenemos la esperanza de que tú seas la que una a ángeles y demonios. No pedimos la paz, ya que eso es imposible. Simplemente queremos que ambos bandos se respeten y aprendan a convivir juntos. Ya que bueno, al fin y al cabo, la luz no podría existir sin la oscuridad, ¿no crees?-
La última observación de James me dio que pensar. Me costaba reconocerlo, pero él tenía razón.
-La persona que me atacó durante la excursión al pueblo... ¿Era uno de esos ángeles o demonios que me quieren matar?- pregunté
Erick asintió con la cabeza.
-Edward, también quería matarte. Utilizó a tu amiga Naomi para llegar hasta ti.- explicó él- Por ahora solo han mandado a demonios a matarte, lo más probable es que el siguiente que intente atacarte sea un ángel. Supongo que por eso te mandaron a ti.- se dirigió hacia James, quien tenía la mirada perdida en el lago.
Entonces este se giró, y al ver la confusión en mi rostro, decidió explicar las palabras de Erick.
-Los ángeles no perciben tan bien a los de su especie como lo hacemos los demonios. Al igual que los demonios no percibimos a los de nuestra especie como lo hacen los ángeles.- dijo James- Los ángeles y los demonios nos odiamos por razones desconocidas. Siempre que hay un ángel cerca percibo como un gran sensación de odio empieza a formarse en mi pecho. Ahora, por ejemplo, estoy haciendo unos grandes esfuerzos por no estrangular a tu amigo el angelito.
Erick le dirigió encantadora sonrisa.
-¡Qué amable por tu parte!- dijo, con ironía.
-¿ Por qué quieren matarme ahora?- pregunté, cambiando de tema- Es decir... Podrían haberlo hecho cuando era un bebé, ¿no habría sido más fácil? Aparte, no recuerdo que de niña quisiera matarme alguien. Estos ataques están empezando ahora.
Erick abrió la boca para contestar, pero el demonio empezó ha hablar antes de que le diera tiempo ha decir nada.
-Por lo que me han contado. Cuando naciste, tu padre, Daniel, sabía que en cuanto se enteraran los ángeles y demonios de que habías nacido te matarían. En esos momentos tus padres estaban huyendo, ya que habían montones de patrullas en busca de ellos. Él te dio al creador de la A.P.U, que por lo visto era un amigo íntimo de tu padre, y este prometió protegerte. Te llevó con los condes a los que tú conocías como tus padres.- hizo una pausa- En cuanto los ángeles y demonios se dieron cuenta de que Daniel y Abrahella habían tenido un bebé ya era demasiado tarde, ya que tú estabas con los condes. Cuando eres pequeño tus poderes no se pueden captar. Llevan estos 17 años buscándote, pero nunca te habían visto, por lo que no sabían cual era tu aspecto. En cambio ahora, estás apunto de cumplir los 18, por lo que tus poderes están en proceso de formación. Ellos ya saben quien eres y pueden captar tu presencia.
Me levanté del césped de golpe. Sentía que mi cabeza me explotaría en cualquier momento. Tanta información de golpe empezaba a no sentarme demasiado bien. Ya entendía porque Erick se había empeñado en mantener mi naturaleza en secreto.
Erick y James se levantaron al ver que yo me ponía en pie. Di media vuelta, y sin despedirme si quiera, empecé a caminar hacia la academia. No me vendría mal dormir un rato. Sentí unos pasos a mis espaldas. Una cálida mano se posó en mi hombro. Me giré y me encontré con unos amarillentos ojos, que me miraban por una vez, sin burla en ellos.
-Entiendo que tanta información de golpe sea demasiado para ti. Pero, pensé que era justo que lo supieras.- dijo él con seriedad.
-Estoy... Estoy bien.- mentí, mientras daba media vuelta y continuaba mi camino.

Sí que me vendría bien tumbarme en mi cama, después de todo.

Bueeenas angelitos!
¿Qué tal estáis?
¡Por en ángel! Al fin sabéis la verdadera naturaleza de Lena, ¿os esperabais que fuera la hija de un arcángel y una demonia? 
Este capítulo no tiene acción, pero creo que aclara bastantes incógnitas de la novela. Si supierais lo que me costó idear la historia para que todo encajase...
Eeeen fin,
no tengo mucho más que decir, a si que me voy.
Me despido con una canción que ya tiene sus años, pero sé que nunca dejará de gustarme.
Byeee!
PD: Gracias a todas por felicitarme por mi cumpleaños,
Os quiero :)

4 comentarios :

  1. Hola!!! me encanto! no me lo esperaba jaja
    Trate de enviarte el correo del cumple pero se devolvio y no lo pude enviar asi que si tienes otro correo o algo asi me lo das? jaja
    bye!! besos!

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  2. Guau!!!!!! no me esperaba que esa fuera la naturaleza de Lena... Chica tienes mucha imaginación!
    Besos<3

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  3. Ya voy por el cap 5!!! jeje voy llegando ^^
    Tienes un premio en mi blog, pásate cuando quieras ^.^
    Besoos!!

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  4. -Pero apuesto a que más de uno cambiaría de idea si te viera...- dijo James, con picardía.
    Erick alzó una ceja, fulminándole con la mirada. Yo decidí ignorar el comentario.

    ME ENCANTO♥
    Excelente capitulo:3
    Besos

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